CÓMO LA MUTILACIÓN FEMENINA SE SIGUE PRACTICANDO EN UNA SOCIEDAD MODERNA Y COSMOPOLITA
- fundidoradechihuahua
- 29 nov 2016
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Zarifah Anuar no supo que se le había practicado una ablación de clítoris hasta que tuvo 23 años.
Con solo dos semanas de nacida, su madre la entregó a su partera para cortarle una parte del clítoris.
Años después, una colega le preguntó si se le había practicado el procedimiento. "Le contesté, convencida, que yo lo sabría si así fuera", dice Zarifah.
"'Deberías preguntarle a tu madre', contestó mi colega".
Y ella lo hizo. "Lo que era un tono relajado y feliz, se tornó amargo y antagónico con rapidez", expresa Zarifah.
"'¿Lloré? ¿Estaba dormida? ¿Me desperté?', le pregunté a mi madre. Ella no respondió y me dijo que la conversación había terminado.
La mayoría de los singapurenses no tienen mucha idea de la existencia de esta práctica en la ciudad-estado asiática.
Sin embargo, es relativamente frecuente entre la comunidad musulmana proveniente de Malasia, la cual representa alrededor del 13% de la población residente en Singapur.
El Sunat Perempuan, como se le conoce en malayo, es usualmente llevado a cabo en niñas menores de dos años, quienes terminan con un corte en la punta del clítoris o a veces con un pequeño pedazo de piel extirpado.
"A muchas de mis amigas indias musulmanas no se lo hicieron y les resultó chocante saber que este tipo de prácticas todavía existieran en la comunidad musulmana de Malasia", comenta Filzah Sumartono, quien en su adolescencia se enteró que fue sometida a una ablación siendo bebé.
En Singapur no existe ningún instrumento legal contra la mutilación genital femenina, pero a la mayoría de los musulmanes les sirve de guía el Consejo Religioso Islámico de Singapur (MUIS, por sus siglas en inglés), el cual brinda asesoría en asuntos religiosos.
Ibrahim Sawifi, del MUIS, ha dicho que la organización "no tolera ningún procedimiento que dañe a los individuos" y agrega que el consejo "siempre ha mantenido su posición: la mutilación genital femenina debe ser evitada".
Pero muchos musulmanes malasios, especialmente los mayores, creen que la ablación reduce el deseo sexual de la mujer y, por lo tanto, el riesgo de que mantengan relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Otros creen que es una parte obligatoria de la ley islámica, a pesar de que no aparece como tal en el Corán.
"Yo tuve que hacerlo, mi hija tuvo que hacerlo, y definitivamente me gustaría que mi nieta lo haga también", dijo una mujer malasia musulmana a la BBC. "Es algo obligatorio para nosotros en el Islam".
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